Escándalo en el Canal Nou
Testimonio de la periodista Iolanda Marmol, afectada e indignada.
El cierre de Canal Nou pone en evidencia las consecuencias de una mala
gestión política y de la burbuja mediática, que, de nuevo, sufrirán los
profesionales de la comunicación y los ciudadanos, que verán empobrecida su
libertad de elección de medios con el adiós de un medio con un gran peso.
El cierre
del Canal Nou puede tener consecuencias negativas en el resto de canales
regionales que se encuentran en situaciones parecidas, dejando sin trabajo a
muchas familias.
Tenemos un texto que la periodista perteneciente a la plantilla de Canal Nou, ha escrito reivindicando la libertad de prensa independientemente de la política; nos explica lo que ocurría detrás de las cámaras:
‘’Recuerdo
cuando nos exigían grabar a Eduardo Zaplana de su perfil bueno. Y la oda que me
encargaron sobre él cuando dejó la presidencia de la Generalitat Valenciana
para ser ministro. También recuerdo la bronca y los gritos que me dedicaron
cuando en ese video de retrospectiva Zaplana aparecía en una imagen con la
tránsfuga que le había permitido hacerse con la alcaldía de Benidorm. Recuerdo
poco después, cuando de ser el Elegido, paso a ser el innombrable. Cómo nos
prohibieron que apareciera en los planos. Cómo buscaba perífrasis absurdas
cuando no podía nombrarle en mis directos en los leones, a pesar de ser el
portavoz del PP en el Congreso. Cuando Camps impuso su ley en Canal 9. Cuando
nos dieron la orden de dejar de llamarle Francesc para que fuese llamado
Francisco, coincidiendo con la época en que se postulaba como posible sucesor
de Rajoy. Cuando trataron de prohibirme que contase que Zaplana dejaba su
escaño en el Congreso. Cuando me prohibieron decir que Zapatero había anunciado
el cheque-bebé, como si de este modo los valencianos no fuesen a conocer la
noticia. Cuando escribías 'fracaso estrepitoso' y te lo cambiaban por 'éxito
discreto'. Cuando nos desplegaron para loar las maravillas de Terra Mítica en
su inauguración y no podíamos decir que no había ni una sombra. Cuando me
reñían porque me salía el acento catalán 'y eso molesta a los blaveros'.
También recuerdo cómo corría el cava en las plantas de dirección de Canal 9 en
Burjassot las noches electorales de mayorías del PP, mientras que los redactores
comíamos bocatas de salami. Cuando se pagaban directos millonarios para que
Camps saliese hablando en directo en pleno Amazonas. Y los millones de veces en
las que no me dejaron poner declaraciones de la oposición. O de cualquier
ciudadano que criticase al PP, o a la Generalitat. Y recuerdo también cuando nos
prohibieron decir 'recortes'. Tampoco pude decir que miles de manifestantes
gritaban contra el gobierno. Los manifestantes no 'colapsaban' el Paseo del
Prado, la manifestación 'transcurría por'. Y no poníamos pancartas explícitas
contra Rajoy, ni contra el PP. Y fueron tantas, tantas, que un día empiezas a
sentir vergüenza de trabajar para ellos. Ahora se termina. Injustamente. Pero
lo ganaron a pulso. ’’
Iolanda Marmol.