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jueves, 12 de junio de 2014

Mohamed Yunus

El creador de los microcréditos Mohamed Yunus, Premio Nobel de la Paz, dice que las mujeres administran mejor el dinero y que siempre lo devuelven. 

1. ¿Qué es un microcrédito?

Un microcrédito es un crédito muy pequeño destinado, originariamente, a personas empobrecidas de países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Para estas personas, la falta de avalistas, de empleo demostrable y la ausencia de un historial bancario les hace imposible el acceso a un crédito que permita mejorar sus condiciones de vida.


 2. ¿Por qué se le concedió el Premio Nobel de la Paz a Mohamed Yunus y no el de Economía?

En 2006 fue galardonado con el premio Nobel de la Paz por ”promover el desarrollo económico y social de los países subdesarrollados a través de los microcréditos, el instrumento más potente para erradicar la pobreza y contribuir al desarrollo de la democracia y la paz de los países del tercer mundo”.
“Cuando una mujer consigue rendimientos por su actividad, los que se benefician en primer lugar son sus propios hijos.”
Muhammad Yunus


3. ¿Cómo se denomina la formula de los microcréditos creada por Mohamed Yunus en su Grameen Bank en Bangladesh?

La base del Grameen Bank es la confianza. Se presta preferentemente a mujeres. Los créditos tienen un interés similar al de un banco normal y se piden en grupos de cinco personas. No hay abogados ni juicios por impago, se considera que el 3% de morosos -un porcentaje ridículo comparado con el de un banco tradicional- no devuelve el dinero porque no quiera, sino porque no puede. Las oficinas del Grameen Bank se usan poco, los empleados viajan por las aldeas explicando que son los microcréditos y haciendo el seguimiento a los que ya están en curso.
"Decidí que debía renunciar a todo lo que había aprendido en las aulas para intentar simplemente ser un ser humano y buscar un modo de ser útil a otros seres humanos. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero sí tenía una extrema frustración. Procedo de un país donde las frustraciones se alimentan". Durante un tiempo, Yunus se dedicó a convivir con los habitantes de la aldea de Jobra, cercana a la Universidad. Allí observó que uno de los grandes problemas eran los prestamistas, que imponían condiciones tan abusivas que la gente vivía en estado de semi-esclavitud. Un estudiante de Yunus elaboró una lista de estas personas y el resultado fue de shock: 42 personas, que necesitarían en total 27 dólares. Unas 4.000 pesetas. "Esa fue la sorpresa más impactante que he tenido jamás, porque como alumno de economía me han enseñado a hablar en términos de billones de dólares. Nunca nadie, jamás, me había hablado de cantidades menores a un dolar per cápita". El primer impulso de Yunus es ponerlo de su propio bolsillo. "No quería que pareciera que les estaba haciendo un favor, sólo pensé que ya que pedían dinero a un prestamista podían pedírmelo a mí, pero yo no les cobraría nada. Podían simplemente prometer devolvérmelo".
"Lo que no esperaba era la reacción que eso generó. Estaban tan contentos ante una cantidad tan pequeña. Y esto generó en mí la idea de que los bancos deberían hacer eso, porque la tarea de los bancos es prestar dinero a la gente. Así que visité al director del banco del campus universitario, y cuando le propuse prestar dinero a los pobres se cayó de la silla. Pensó que bromeaba". Ése fue el comienzo de un largo tira y afloja. La conversación con el director terminó en batalla campal y Yunus apeló a los directivos. La respuesta fue en todas partes la misma: no se puede prestar dinero a los pobres porque no pueden devolverlo. Pero Yunus, para hacerles ceder, se ofreció como aval. Después de seis meses el banco lo aceptó, para un máximo de 300 dólares. "Ahí descubrí el valor neto de un profesor universitario".Con los 300 dólares en la mano, el visionario Muhammad Yunus se preparó para el salto al vacío. "Di adiós a tu dinero", le dijo el director del banco, pero se recuperó hasta el último céntimo. El director del banco lo atribuyó a la suerte, pero Yunus probó que se equivocaba, ampliando el préstamo a otra aldea más, y luego a cinco, diez, veinte, cincuenta... "El dinero volvía siempre, pero el director del banco no repensó su posición, no podía aceptar que hubiese un fallo en su idea inicial. Porque la gente puede estar equivocada, pero el sistema bancario no".


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